RELACIONANDO LA AUTOESTIMA Y COMER EN EXCESO.Una Perspectiva gestáltica.

La comida proporciona placer y además es un placer sin condiciones. La relación con la comida puede llegar a ser desequilibrada cuando se utiliza de forma compulsiva y para algo más que saciar el hambre.

la autoagresión de la ingesta compulsiva


La explicación del porqué esta relación puede llegar a mantenerse indefinidamente se debe a que sabemos que la comida no puede abandonarlos. Comer compulsivamente es una autoagresión que comienza con la necesidad de calmar la ansiedad por el camino del placer de la comida, y termina por el arrepentimiento y el sentimiento de culpa.

Caracteristicas personalidad personas sobrepeso

Hay algunos aspectos característicos  en la personalidad de la gente con sobrepeso, cuando ya se ha descarado que sea un problema orgánico.

Son los siguientes:

La autoestima y la comida

Las personas que tienen autoestima alta, gestionan con más facilidad los distintos problemas y objetivos de la vida sin accionar y desarrollar un estado de ansiedad, mientras que la falta de autoestima convierte a una persona en un ser  vulnerable ante las dificultades de la vida.

La ansiedad o la sensación de ser una persona desafortunada, a menudo se debe a una escasa autoestima. Cuando no se tienen herramientas para trascender las dificultades de la vida,  lo habitual, es tratar de evitar el sufrimiento  de diferentes maneras, algunas de éstas son: comiendo.

La comida y el amor 

 Los niños que han tenido una sana relación con el amor, esta se mantiene a lo largo del tiempo siendo favorable a la hora de gestionar las emociones.

Los niños que no se han sentido amados, reconocidos, ni entendido bien, tratan de adaptase como mejor pueden y han aprendido que ante una situación emocional difícil a utilizan algunas de las siguientes diferentes estrategias: rebajar las expectativas, dejando de pedir lo que necesitan, no hablando sobre lo que duele y intentan no necesitar, no recibir consuelo… etc.  

En algún momento dejan de esperar que les reconozcan y empizan a confiar en sólo en ellos mismos y su propio sustento, consuelo y placer.  Se puede dar entonces la rutina de comer y a comer.


Los niños que han tenido una sana relación con el amor, esta se mantiene a lo largo del tiempo siendo favorable a la hora de gestionar las emociones.


Los niños que no se han sentido amados, reconocidos, ni entendido bien, tratan de adaptase como mejor pueden y han aprendido que ante una situación emocional difícil a utilizan algunas de las siguientes diferentes estrategias: rebajar las expectativas, dejando de pedir lo que necesitan, no hablando sobre lo que duele y intentan no necesitar, no recibir consuelo… etc.  


En algún momento dejan de esperar que les reconozcan y empiezan a confiar en sólo en ellos mismos y su propio sustento, consuelo y placer.  Se puede dar entonces la rutina de comer y a comer.


Se transfiere el dolor de la espera a ser amada al dolor de ser gorda/o. El amor duele, la gente engaña, se va…  se ha protegido cuidadosamente ante la posibilidad de sentir el dolor de la traición; se ha buscado un amante, segura de que nunca la abandonará: La comida.

La intimidad y la comida

En ocasiones  se da un desajuste interno entre lo deseado y lo que “debemos” hacer. Esto se traduce en ansiedad, estrés, mecanismo de evitación, de evasión… en relación al tema que trato, en comer para no  pensar, para no exponerse.


Cuando hablo de Intimidad, me refiero a la capacidad de escuchar, de escucharse. La persona opta por no seguir las insinuaciones sensoriales de su cuerpo, al encontrarse tan profundamente alejada en sí misma. Se trata de habitar tu verdadero Yo, identificar  necesidades y deseos. Se trata de anclarse en sí mismo evitando la confluencia con el mundo. Separar el yo de el Nosotros.


El amor es un estado de conexión recíproca, bidireccional, que incluye la vulnerabilidad y la entrega  y que exige autovalorarse y ser constante, y es también una disposición a enfrentarnos a lo peor de nosotros mismos en vez de rehuirlo.


La sobrealimentación sustituye  a la relación con el mundo, con los otros. La relación con la comida asegura la unidireccionalidad ,  el placer y no produce tensión emocional.  El obeso se convierte en un ser solitario desconectado de sus propios deseos y necesidades que ha aprendido a sobrevivir sin pensar en él, sin sentir.

El sobrepeso es el síntoma no el problema.


El tratamiento de obesidad no son las dietas, ni los gimnasios (estos son complementos al tratamiento) sino en reconocer qué evita cuando come compulsivamente.  Se trata de poner una gran lupa en aquello que está ocurriendo, emocionalmente hablando, justo antes de que se active la necesidad de ingerir para rebajar y  lo que sea que esté ocurriendo. 

El tratamiento se orientaría en observar como la comida es un sustituto de algo, ¿de qué? Y  observar la carga autodestructiva que conlleva la sobrealimentación tanto a nivel de salud física como emocional.

Bibliografia:
Geneen Roth. 1992. “Cuando la comida sustituye al amor”. Barcelona. Urano
Peñarrubia, F. 1988. Terapia Gestalt. La vía del vacío fértil. Madrid: Alianza.<

Sobre la Autora

montse-fernandez-redactora

Psicóloga Gral. Sanitaria Col. nº 19069

Montserrat Fernández

Trabajo en consulta privada desde el 2010 en el Prat de LLobregat con pacientes adultos y parejas. Ahora nueva consulta en Igualada

Mi formación:

  • Licenciada en Psicología por la Universitat de Barcelona (2010)
  • Postgrado en Terapia Gestalt. Escola Taller de Gestalt, Barcelona (2006-2010)
  • Formación en psicoterapia integrativa en el programa del Dr. Claudio Naranjo -Programa SAT- (2010-2014)

Psicóloga por vocación tardía y agradablemente disfrutada. Observadora entusiasta del comportamiento humano. Hacedora de caminos por los que invitar a transitar.

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