Mi Practicum de la licenciatura de psicología lo hice en una conocida institución privada en Cataluña especializada en trastornos de la alimentación. Recuerdo que después de las comidas, que ya era un momento tenso, enlazábamos una nueva fase no menos problemática: evitar que las internas se movieran, tenían que reposar.
En los trastornos de alimentación, especialmente en la anorexia, se da la obsesión de quemar lo ingerido lo más rápida y eficazmente posible.
¿Qué es la anorexia atlética?
La anorexia atlética también se conoce como hipergimnasia. Se trata de un tipo de trastorno de la alimentación que se caracteriza por el ejercicio excesivo y compulsivo, con el fin de obtener una deseada sensación de control sobre el cuerpo.
La práctica excesiva de ejercicio se asocia a una “buena forma física”, de modo que en cuanto más delgado es uno, más atlético está y más se le va a valorar.
La creencia de que el rendimiento y la forma física están relacionados con el porcentaje de grasa corporal se suma a una serie de obsesiones crónicas como: la alimentación, las calorías, los carbohidratos, la ingesta de grasas y proteínas hasta la cantidad de ejercicio que se hace cada día, la intensidad y forma en que se hace el ejercicio. Según la Asociación Nacional de Trastornos de la Alimentación (NEDA), las personas con anorexia atlética pierden alrededor del 5% de su peso corporal saludable debido a la restricción de calorías y el ejercicio excesivo.
Diferencia con otras enfermedades relacionadas con la alimentación.
La anorexia atlética está incluida en la lista de «trastornos alimentarios no específicos» también llamada EDNOS, según la actual edición del Manual de Diagnóstico y Estadística de los Trastornos Mentales (DSM-V). En esta lista aparecen todo tipo de problemas alimentarios que no sean anorexia o bulimia.
En la anorexia atlética, en lugar de purgarse en forma de vómitos autoinducidos o/y utilizar diuréticos y/o laxantes, las personas practican ejercicio en condiciones extremas o durante horas excesivamente largas, hasta el punto de que se convierta en una obligación compulsiva sin ningún disfrute ni beneficio.
¿Cuáles son los signos que se relacionan con el origen de la anorexia atlética?
Pueden desencadenar anorexia atlética factores como:
- Períodos prolongados de dieta
- Aumento del volumen de entrenamiento que ha provocado una pérdida de peso
- Acontecimientos traumáticos como enfermedades y lesiones
Pueden existir múltiples causas que empujen a alguien a sufrir anorexia atlética, algunos de los principales son la personalidad del deportista, el entorno y la familia.
La personalidad del deportista: tal y como indica Javier Alonso Alfonseca (“Trastornos de la Conducta Alimentaria 4” (2006) 368-385), “algunos rasgos ventajosos para el rendimiento deportivo como pueden ser el perfeccionismo, la auto-motivación o las altas expectativas, son los mismos que se encuentran en individuos con TCA, lo que es señalado por muchos como una variante más explicativa de que la población deportista sea especialmente vulnerable a este tipo de patologías”.
Vemos pues que algunos atributos, que a priori son positivos, mal combinados en el individuo pueden convertirse en una bomba de relojería donde acaba siendo víctima de sí mismo.
El entorno, sea tanto el social como el específico del deporte que se practica: evidentemente no ayuda a las personas con anorexia atlética la tendencia social a “estar fit”, entrenar y estar delgado. En ellos, esta tendencia se convierte en imperativo.
Y para aquellos y aquellas que practican profesional o semi-profesionalmente algún deporte (y volviendo a J.A.Fonseca) “el entorno del propio deporte hace que determinadas modalidades sean más susceptibles que otras para el desarrollo de estas patologías.
Las características del deporte y los periodos competitivos son dos elementos primordiales para analizar la presión a la que se ve sometido el deportista dentro de su propio entorno deportivo”.
La familia: uno de los factores más frecuentes es el estilo de crianza recibido, la educación. Cuando un niño ha sido criado en un entorno narcisista, los deseos y necesidades de los padres conducen a que el niño se utilice como objeto y trofeo para demostrar su valor a los demás.
El resultado es un niño que, para ser valorado, tiene que ser muy bueno en algo, en este caso en el deporte, porque el fin de este niño es que sus padres se sienten orgulloso de él y así recibir su valoración, sus afectos.
Características anorexia atlética en los adultos:
Obsesión por la delgadez:
Programas de entrenamientos enfocados a conseguir objetivos tales como un nivel específico de grasa o fijarse un peso objetivo.
Bulimia:
Hacer más ejercicio “para quemar” en función de lo que se ha comido. Especialmente si ha habido un “exceso” de calorías que se haya salido de la dieta.
Insatisfacción con la imagen corporal:
Cuando cuesta verse en su cuerpo con agrado, siempre encuentran algo que no les gusta.
Perfeccionismo
Los objetivos son muy exigentes: alcanzar un determinado peso, comer solo un determinado tipo de alimento, correr determinados kilómetros. Obsesión por los entrenos, llegando a creer que todo lo que esté por debajo de tu “mínimo” no cuenta como sesión de entrenamiento.
No atención a la conciencia interoceptiva:
el paciente deshabilita la capacidad para percibir sensaciones corporales internas tales como cansancio, hambre, saciedad o dolor, desconectando de lo que le ocurre a su cuerpo.
Envejecer: temen perder capacidades físicas por la edad. Anhelan el pasado donde eran físicamente poderos@s y guap@s
Aislamiento social: se aislan socialmente tanto fuera del gimnasio como dentro de él, evitan a los seres queridos y a las personas que cuestionan su entrenamiento y su peso.
Imagen corporal distorsionada, no notar la pérdida de peso: pierden peso pero se siguen viendo igual.
Anorexia atlética en mujeres.
Si el 1% de la población femenina general sufre anorexia o bulimia, cuando hablamos mujeres deportistas profesionales esta cifra sube hasta el 62%. O sea, más de dos tercios de las deportistas profesionales experimentan algún tipo de trastorno de la conducta alimentaria (TCA), ocupando el primer puesto en el ranking las esquiadoras con un porcentaje del 33%, seguidas de cerca por las corredoras de fondo con un 32% sobre el total. (Rosen y cols. (1986, 1988) y Sundgot-Borgen (1994) [1]
En los hombres, el porcentaje de deportistas afectados por anorexia atlética es del 33%, destacando deportes de categoría de peso(lucha, remo, carreras de caballos) y deportes estéticos (culturismo, gimnasia, natación, buceo).
En ambos sexos, una de las consecuencias de la anorexia atlética es la tendencia a sufrir más lesiones, tanto musculares como óseas. Así como deficiencias nutricionales u otras complicaciones.
En el caso de las mujeres, hay que prestar especial atención al periodo de la pubertad, durante el cual aumenta la grasa corporal, se ensanchan las caderas y crecen los pechos. Hay que ayudar a las chicas a que asuman estos cambios y no caigan en conductas peligrosas que puedan provocar desórdenes tales como la amenorrea.
Conclusiones:
Para empezar, la anorexia atlética es una enfermedad donde se da la constante falta de energía al no satisfacer los objetivos. El gasto de recursos del cuerpo a través del ejercicio hace que el paciente esté constantemente cansado, hambriento y someta a su cuerpo a un constante estrés. Está en un estado en el que es difícil funcionar y no se concentra en nada que no sea el ejercicio [2].
Esta enfermedad existe como una angustia psicológica permanente. Desde hacer dieta y preocuparse en calcular cuidadosamente cada caloría de cada comida, hasta ignorar las señales de auxilio del cuerpo y su demanda de comida y descanso.
La vida de un deportista con anorexia es una lucha diaria. Todos y cada uno de los días evolucionan en torno a la imagen corporal, la comida y el rendimiento, no hay nada más: sólo él o ella y su obsesión. No hay cabida para nada más que sus objetivos inalcanzables.