CRISIS DE ANSIEDAD
Una Crisis de Ansiedad es una reacción exagerada del organismo cuando cree percibir algo que “interpreta” como PELIGROSO.
El cuerpo se pone en un estado de “huir o atacar” liberando un chute masivo de adrenalina que acelera el corazón y la respiración y que provoca sudoración, boca seca, taquicardias y otras sensaciones muy desagradables.
Puede suceder puntualmente, o en repetidas ocasiones. Lo que sí es cierto es que es una experiencia difícil de transitar y que puede afectar al desarrolla natural diario de una persona.
Los ataques de pánico no suponen ningún peligro. No pueden dañar su salud física, ni mental; ni pueden hacer que se pierda el control, aunque esto es difícil de integrar. Vamos a dar unos consejos:
Consejos básicos ante un ataque de pánico:
- Baja la velocidad de tu respiración: inhala durante cinco segundos expandiendo el vientre. Aguanta la respiración durante 15 segundos, y saca el aire durante diez. Repítelo 5 o 6 veces hasta que tu respiración se normalice. Si estás hiperventilando, pon tu mano sobre tu boca. Cuando hiperventilas, tu sangre se llena de oxígeno, provocando esa sensación de pánico. Al taparte la boca recuperas el bióxido de carbono de la sangre y se normaliza la respiración.
- Racionaliza: recuerda que esas sensaciones son sólo provocadas por la adrenalina, que no es un ataque al corazón y que pronto pasará.
- Concéntrate en otra cosa: mira tu zapato izquierdo y descríbelo como si estuvieras dando información a la policía. A veces, el miedo a tener un ataque de pánico es peor que la razón por la que originalmente sufrías el ataque.
- Deja los estimulantes: deja la cafeína, ya que aumenta el ritmo cardíaco y te hace más irritable.
- Distráete: si es posible, aléjate de la situación y sal a caminar. Incluso una corta caminata de diez minutos te puede relajar e incluso quemar algo del exceso de adrenalina que has producido.
Alejarse de la situación es una medida a corto plazo. Si nos alejamos del objeto fóbico la ansiedad decae, pero esta no es la solución definitiva ya que la reacción ansiosa ante eso que nos ha provocado la ansiedad va ha seguir ahí sino se trabaja, sino se consulta a un psicólogo que nos enseñe cómo hemos de gestionar la situación y cual es el origen de ese miedo.
Para controlar la tensión que nos produce recordar, acercarnos o imaginarnos el objeto ansioso, es importante conocer métodos de control de la ansiedad como la respiración diafragmática y la relajación muscular de Jacobson.